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prince ibeh scouting

Trayectoria

Prince Ibeh (2.08/1994) es un pívot nacido en Londres pero cuya formación baloncestística nos lleva al Estado de Texas. Destacó en la High School de Naaman Forest (Garland) para ser reclutado por la Universidad de Texas, con la que cumplió un ciclo completo en la NCAA (2012-16).

Con pocos minutos en cancha durante sus primeros tres años con los Longhorns, la lesión del center titular Cameron Ridley le permitió obtener visibilidad de cara al gran público en su temporada senior (2015-16). En 18 minutos en pista por encuentro, esa temporada promediaría 4.1 puntos, 5 rebotes y 2 tapones. Números nada llamativos, pero se ganó a nivel nacional una merecida fama de buen defensor y enorme intimidador, llevándose el título del mejor jugador defensivo de la Conferencia Big12. También obtuvo una invitación para participar en el prestigioso PIT en su edición de 2016.

Pese a sus cualidades como especialista puro, no fue drafteado. Probó suerte en las Summer League y quedó en un limbo durante algunos meses hasta que, por fin, firmó en la G-League en febrero de 2017. En 10 partidos con los Long Island Nets su participación sería marginal, firmando 1.1 puntos, 2 rebotes y 0.9 tapones en 10 minutos por choque.

Repetiría fortuna en la liga de desarrollo de la NBA en la campaña 2017-18 de nuevo con los Long Island Nets, logrando 3 puntos, 2.9 rebotes y 1.4 tapones de media en 11.5 minutos en cancha en 32 partidos.

En la campaña 2018-19 llegarían sus primeras experiencias internacionales: Por un lado, defendería los colores de los Yokohama Corsairs japonés, firmando 4.6 puntos, 5.4 rebotes y 2.6 tapones por encuentro. Por otra parte, tras finalizar su trabajo en el basket nipón, probaría fortuna en el basket filipino, yéndose a los 13.7 puntos, 15.9 rebotes y 4 tapones por actuación con los Northport Batang Pier.

En la temporada 2019-20 llegó, al fin, su debut en la élite del basket europeo. Los Hamburg Towers apostaron por el center británico y su rendimiento se puede de calificar como positivo en los 15 encuentros que disputó en liga regular antes de la suspensión de la BBL por culpa del COVID19. Titular en 14 de los 15 choques y con un promedio de minutos en cancha de 18.4, ha firmado 5.87 puntos, 4.13 rebotes y 1.67 tapones, siendo el mejor intimidador de toda la BBL.

Antes del parón por el coronavirus sufrió una lesión en la muñeca, aunque todo parece indicar que estará al 100% para la próxima temporada.

Cómo juega

Prince Ibeh es un pívot puro cuya estatura oficial según la web de la BBL es de 2.08 pero que, sin que sirva de precedente, su estatura real se acerca más al 2.11 (la medida que dio en el PIT). Y si hablamos de su envergadura… nos vamos a unos espectaculares 2.27. Un físico espectacular para el baloncesto, al que se le une una movilidad y velocidad notables para un jugador que se mueve entre los 115 y los 120 kilos de peso.

Hablar de Prince Ibeh es hacerlo acerca de un jugador eminentemente defensivo. En ataque es un finalizador puro y duro, que puede anotar en pick and roll, cortando por la línea de fondo y bajando desde el cielo cualquier balón que llegue a su área de acción en las inmediaciones del aro.

No le pidamos más, no es capaz de anotar en suspensión y salvo algún que otro semigancho de izquierdas que ejecuta con cierta efectividad, no tiene un arsenal ofensivo solvente jugando de espaldas al aro. Tampoco es una amenaza jugando fuera-dentro debido a sus problemas con el bote (1.6 pérdidas de balón por choque y un deficiente 24.5 TOV%, es decir, acaba en pérdida una de cada cuatro jugadas que finaliza Ibeh en ataque).

Con todo, ha sido realmente eficiente en ataque este curso en Alemania, firmando un 66.1% en tiros de campo (39/59 TC) y entrando en el Top10 de la BBL en eFG%. En Hamburgo han sabido, por lo tanto, sacar petróleo a los (pocos) argumentos ofensivos de Ibeh.

Es un jugador nefasto desde la línea de tiro libre. A duras penas consigue llegar al 30% de acierto en los tiros libres y en la BBL sumó un paupérrimo ¡29.4%! (10/34 TL). Un auténtico problema para mantenerlo en cancha en finales apretados.

Las tornas cambian cuando hablamos del aspecto defensivo, aspecto del juego donde la aportación de Ibeh es realmente llamativa.

Su mera presencia en la cancha mediatiza el ataque del equipo rival. Su capacidad de intimidación es superlativa, no solo por el número de tapones que suma, sino por los tiros que hace cambiar o las precauciones que tienen que tomar sus rivales si quieren penetrar hacia canasta.

Ha sido el máximo taponador de la BBL alemana con prácticamente 1.7 tapones por encuentro y, además, ha sido el líder en la estadística de porcentaje de tiros de campo del rival taponados con un extraordinario 9.4 BLK%.

Su peso le hace aguantar bien en el poste bajo y su capacidad atlética y velocidad le permiten poder salir de la zona y ser eficiente en la defensa del pick and roll. Como otros muchos intimidadores puros, su obsesión por colocar tapones le hace cometer despistes defensivos y fallos de concentración.

Ibeh suele ser un jugador que habitualmente se carga de faltas personales. En la BBL ha cometido 3.13 faltas por encuentro, disputando 18.4 minutos por encuentro, lo que nos lleva a una proyección de 6.91 faltas personales en 40 minutos de juego.

A pesar de sus herramientas físicas, es un discreto reboteador. En la BBL ha sumado un 14.4 TRB% (34º de toda la competición). En el rebote defensivo ha cumplido, con un 23.3 DRB% (10º de toda la BBL), pero en el rebote ofensivo ha obtenido un escaso 5.9 ORB% (66º de toda la BBL). Datos curiosos cuando en los scoutings previos al draft destacaban su escasa capacidad reboteadora en defensa (18.08 DRB% en su año senior en la NCAA) frente a unos datos mucho más positivos en relación a los rechaces ofensivos (13.92 ORB% como senior).

Conclusión

En definitiva, con Prince Ibeh tenemos las cosas claras. No engaña a nadie en relación a su aportación. Un pívot con una enorme capacidad intimidatoria y que es una presencia de primera orden en defensa pero cuyo talento ofensivo es deficiente. En Hamburgo han sabido optimizar sus recursos y ha ofrecido un rendimiento que se puede calificar como notable teniendo en cuenta su background y su falta de experiencia en el baloncesto profesional de un nivel competitivo y de exigencia alto.

Sus características y su pasaporte británico no deberían de pasar inadvertidos cuando se habla de buscar músculo, intensidad y presencia en la zona.

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